Voluntad: Poder sin límites.

Por: Mabel Giraldo.

     Caminando uno de estos días, me encontré por la calle  a un hombre dibujando.  Sus dibujos no eran nada semejante a bocetos de grandes y reconocidos artistas. No será jamás un Picasso o un Da Vinci. Sus obras nunca serán expuestas, pero definitivamente estarán en el museo de mi memoria y quizás en el de miles de personas que circulan todos los días las calles de South Beach. Sus brazos son tan débiles y pequeños que apenas se notan. Una malformación genética le impide usar sus manos. Dibuja con los pies. ¡Me encanta! ¡Su voluntad no tiene límites!  Pero su caso no es único. Lo acompañan cientos en todo el mundo que a causa de accidentes, enfermedades o causas genéticas  no tienen brazos, ni manos, ni pies, no escuchan, no ven, pero eso no los detiene para cumplir sus sueños y acariciar lo hermoso de estar vivo.

     Mi abuelo paterno es el ejemplo más cercano que he tenido y ha sido la fuerza  que ha inspirado a mi familia por décadas. Por causa de una enfermedad perdió sus piernas pero su condición no lo detuvo nunca! Siguió trabajando y siendo un hombre independiente. No permitía que nadie lo ayudara en ningún aspecto de la vida diaria.  El impedimento solo existe en nuestra mente.

     El día a día nos envuelve tanto, que siempre olvidamos lo afortunados que somos de vivir este mundo a plenitud. Nos levantamos, caminamos, respiramos, usamos nuestras manos y pies y a pesar de todo, nos quejamos. Regresamos a la cama en la noche sin darnos cuenta que lo mas preciado que tenemos es la vida. 

     La voluntad nos mantiene vivos. Le da color a nuestras vidas y razón de ser. Mueve al hombre y al universo. Lo dirige, lo forma y lo engrandece. La voluntad nos hace libres. 

     Piénsalo dos veces antes de quejarte la próxima vez. ¿Vale la pena?